El solar se sitúa en el vértice oriental del barrio do Miradouro, en una posición privilegiada en lo alto de una ladera, con su frente longitudinal orientado hacia el sureste, con vistas panorámicas sobre la ciudad. El proyecto apuesta decididamente por explotar esa clara condición de mirador, buscando que cada estancia pueda orientarse hacia las vistas meridionales y orientales.

Para ello, respetando el esquema inicial sugerido, donde tres bloques longitudinales se organizan en once portales que alternan edificios con mayor y menor altura, pro- ponemos eliminar los edificios pares de menor altura (entre 5 y 6 pisos) y construir solamente los impares agotando la altura máxima permitida (entre 8 y 10 pisos). De esta forma, se construyen 7 bloques independientes que se entienden como pequeñas torres compactas, como faros que buscan altura, vistas y la mejor orientación. Esta solución presenta ventajas como reducir en un 25% el número de portales y núcleos de comunicación, lo que supone un importante ahorro en circulaciones, escaleras, ascensores; minimizar la huella de implantación, reduciendo la superficie ocupada y construida para ganar jardines y terrazas públicas que vuelcan a las vistas y dotar al conjunto de una silueta singular, 7 torres iguales pero distintas con diferentes alturas enclavadas en lo alto de la ladera.

Frente a la solución de bloque lineal con viviendas pasantes, donde los dormitorios orientados a noroeste, además de verse privados de las vistas quedarían expuestos di- rectamente al ruido y el tráfico de la Avenida Torrado da Silva con 4 carriles de circulación (dos en cada sentido), la alternativa de 7 torres con núcleos y baños situados en la fachada noroeste, permite ganar tres orientaciones para disponer todas las estancias principales.